lunes, 26 de enero de 2009

Carta de Leonardo Senkman a Judit Bokser Liwerant

(reenviada por JBL a una lista en la que no se encontraba la dirección de SR)
Leonardo Senkman (desde Jerusalem)

Hacer el trabajo de duelo por todas las víctimas.

Si hubieran invocado a Levinas desde la responsabilidad de ver todos los rostros de las victimas inocentes, los firmantes de llamado "Adopta a un niño muerto", habrian interpelado a los victimarios desde el mandato fundamental levinasiano No matarás. Pero los autores parcen haber escrito con dolor su llamado no por la urgencia de exigir un alto del fuego en el reciente asimétrico-pero atroz- combate en que morían israelies y palestinos sino por la necesidad de compadecerse ante las víctimas fatales de un solo lado.

Piadosamente pretenden conmover haciendo un llamado ciudadano de índole ético "a la responsabilidad para con el otro". Mas en vez de interpelar a "todas las personas de buena voluntad en el mundo", los firmantes se interpelan a sí mismos como judíos: no desde la responsabilidad sino desde la culpa y la "verguenza" por el trágico hecho de que niñas y niños de Gaza hayan perdido la vida en la incursión bélica de represalia de Tzahal contra el Hamas.
En pleno horror de esta guerra donde morían civiles a ambos lados de la frontera, pareciera que los firmantes del llamado procuraban hacernos ver sólo el rostro de las víctimas infantiles de Gaza : ni una palabra de compasión a los civiles muertos y heridos del Neguev !
Lo grave no sólo es invisibilizar el rostro de los niños muertos y heridos por el terrorismo del radicalismo islámico dirigido contra la población civil israelí: aqui pareciera de que el dolor de los firmantes "moralmente están obligado a confesar su indignidad", inequívocamente, por los victimarios y culpables judios.
Qué lectura levinassiana es ésta que calla el sufrimiento perpetrado por el mal radical , origen de esta guerra: la agresión del Hamas a civiles durante ocho años? Dónde aparece en esta iniciativa "ciudadana" la indignidad por esta violencia anunciada en que el fundamentalismo islámico secuestró la política para negociar una salida al conflicto nacional entre dos pueblos , y, en su lugar, lanzó una guerra santa de cohetes desde hace ocho años contra los ciudadanos del Neguev?. Si es verdad la exigencia de Levinas que somos infinitamente responsables por y para el Otro, - cuyo sufrimiento es éticamente más importante que el nuestro propio,- cómo es posible "asumirnos como deudos" únicamente por los niños muertos en la "presente masacre" de Gaza ?
Los firmantes del llamado quieren interpelar éticamente a los judíos a "asumir la deuda en primera persona…sobre la que pesa hoy el plomo fundido de la incursión militar Israeli en Gaza". Se sienten culpables por la muerte de criaturas inocentes, y al adoptar a un niño muerto, "contaremos a nuestros amigos que en la ofensiva del ejercito de Israel en Gaza nos mataron a un niño al que queremos mucho".
La culpa- no la responsabilidad moral- es tan discriminadora entre estos deudos como para privar a sus amigos mexicanos el relato del niño israeli muerto ?
No hay mencion explícita ni elíptica de niños heridos o muertos en los poblados del Neguev: por qué? O es que los quieren un poco menos?
Apenas en el último párrafo de su llamado ciudadano ( que suena más como responso cristiano), los firmantes judíos se acuerdan morosa y genéricamente de "los muertos de los dos bandos".
Subleva esta compasión tardía y asimétrica.
Compasión que elude verle los ojos de quienes sufren ambas desgracias.
El llamado elude interpelar a los ciudadanos a hacer el trabajo del duelo por tanta muerte inocente - , prefiriendo el mea culpa de la sangre derramada en un solo lado de la frontera; también elude interpelar a la responsabilidad ética y política de los asesinos del Hamas por esta guerra impuesta a Israel, prefiriendo incriminar a quienes salieron a defender a la población civil del Neguev.
Y , además, el llamado elude recordar que el mal radical para Levinas surge por la intencionalidad de quienes perpetran el mal, y de que la respuesta ética a su horror exige que nos compadezcamos de todas sus victimas, sin hacer asimetría en la compasión ante el número de sus niños muertos.
A pesar de que el llamado fue enunciado con sincero dolor ante la muerte de menores en Gaza , finalmente hay que preguntarle a sus firmantes por qué invocar a Levinas para ofrecerse como deudos del sufrimiento inútil sólo de un bando; por qué la invocación al filósofo del humanismo del otro hombre cuando se deja deliberadamente en penumbras el sufrimiento del otro, cuyos rostros en el Neguev se desdibujan ante el lector, y en el mejor de los casos se perfilan como víctimas sospechosas.

Leonardo Senkman, Jerusalem, 19 de Enero 2009.

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